La madre de su amiga y él compartieron una mirada cargada de deseo, decididos a entregarse el uno al otro hasta que ninguno pudiera resistirse más.
La madre de su amiga le confesó en susurros su intención de no parar hasta que él experimentara orgasmos tan intensos que lo dejaran sin aliento.
La madre de su amiga le confesó en susurros su intención de no parar hasta que él experimentara orgasmos tan intensos que lo dejaran sin aliento.
La madre de su amiga, con su ternura y sensualidad, despertaba en él un deseo profundo que solo se saciaba en la intimidad del apartamento.
(XIV) Morena tiene una conchita que ajusta - LA METO A MI HABITACION A ESCONDIDAS MIENTRAS MI MAMÁ DESCANSA