Una inocente señora madura es pillada en la calle por un pervertido: —¡Me convenciste! Vamos a follar, pero me prestas dinero, por favor.
Mi maestro me convenció para follar mi coño a cambio de enseñarme las tareas de la universidad. ¡No se lo digas a nadie!
La secretaria chupa la verga al jefe: —¡Es mi primera vez chupando otra polla que no es mi marido! —¿Te gusta cómo lo hago? ¿Qué tal lo hice? ¿Te gustó? ¿Sigo?