En el apartamento, se sumergieron en un juego de placer intenso y una promesa mutua de no parar hasta que ambos llegaran al clímax
Con cada movimiento en el apartamento, ella intensificó el deseo y la promesa de no parar hasta que ninguno de los dos pudiera resistir más.
FUI TRABALHAR COMO MUCAMA PARA PARAR DE SER VAGABUNDA, MAS A SRA ERA MUITO VAGADORA, NÃO PODERIA PARAR DE SER VAGA
La madrastra de su amiga tenía unos senos tan grandes que no podía dejar de mirarlos durante toda la cena, y ella lo notó.