En el apartamento, la tensión era palpable mientras ambos se miraban con una intensidad que denotaba su voluntad de no detenerse hasta que sus deseos más profundos fueran cumplidos.
La colegiala miró con picardía a su compañero, sugiriendo con una sonrisa que la diversión apenas comenzaba en el apartamento.
La madst de Antonio tenía un escote tan pronunciado que no podía dejar de mirlo, aunque supie que e inapropiado.