Fui pra piscina do meu vizinho e ele não acreditou no meu maiô mostrando a minha buceta e meu peitinho duro.
La madrastra de su amiga tenía una delantera impresionante, y no podía dejar de imaginar cómo se verían rebotando sus senos.
El novio de su hijastra no podía creer lo estrecha que era su concha, y se tomó su tiempo para disfrutar cada momento.
La apretada falda de su vecina hacía que sus piernas parecieran interminables, y no podía evitar imaginar lo que había debajo.