La hijastra, con su cuerpo estrecho y su energía ardiente, era un torrente de emociones que fluía libremente en el apartamento.
En el apartamento, ella desató un torrente de pasión incontrolable, prometiéndole no parar hasta que él alcanzara un estado de éxtasis tan profundo que perdiera la noción del tiempo.
En el metro Goya seiscientos quince -sesenta -diecinueve -treinta y cinco- Dodgy Stile te quiero ver en y en cuatro me dijo uy mami ese tattoo no quiero dormir ando como puta bailando y follando