La madre de su amiga, con su ternura y cariño infinito, convertía el apartamento en un lugar lleno de calma y paz.
La madre de su amiga, con su sonrisa tierna y palabras reconfortantes, creaba un cuarto de confianza y complicidad en el apartamento.
La madre de su amiga, con su presencia tierna y su sabiduría infinita, era como un faro de luz en el oscuro camino de la hijastra en el apartamento.
La madre de su amiga, una mujer amiga y sensual, desataba en él una tormenta de emociones cada vez que compartían momentos a solas en el apartamento.