Él estaba fascinado por la apretada vagina de su nueva vecina, quien se había mudado al apartamento de al lado.
La apretada vagina envolvía el pene de su amante como un guante, haciéndolo gemir de placer en el apartamento.
La hijastrastra sabía que su padrastro la quería más apretada cada vez, así que se esforzaba al máximo para complacerlo y mantenerlo satisfecho.