La novia susurró al oído de su amado las actividades que tenía planeadas para ellos esa noche en su apartamento.
La amiga lo miró con ojos intensos y le susurró al oído su deseo de no detenerse hasta que ambos alcanzaran el máximo placer.
La amiga le susurró al oído que tenía la intención de no detenerse hasta que él se rindiera a un placer incontrolable y ella alcanzara la máxima satisfacción.
Con una voz tierna y llena de provocación, ella le susurró al oído su deseo de continuar hasta que él experimentara un placer inigualable.
Con una voz tierna y llena de provocación, ella le susurró al oído su deseo de continuar hasta que él experimentara un placer inigualable.