La novia tomó la iniciativa, sus labios encontraron los del novio con pasión desbordante, dejando claro que esa noche ella sería quien marcara el ritmo.
La novia miró fijamente a su amante con ojos llenos de promesas, y sin decir una palabra, le mostró a través de sus caricias y sus besos que esta noche sería inolvidable.