La novia guió al novio con suavidad pero determinación, dejando en claro que esa noche ella sería la encargada de llevarlos a nuevas alturas de placer.
La colegiala se acercó a su compañero con una sonrisa traviesa en los labios, dejando claro que esta vez ella sería quien marcaría el ritmo y llevaría el juego al límite.