La hijastra se acercó sigilosamente a su padrastro, susurándole al oído sus fantasías más secretas y dejando claro que sería ella quien las haría realidad.
La colegiala se acercó a su compañero con una sonrisa traviesa en los labios, dejando claro que esta vez ella sería quien marcaría el ritmo y llevaría el juego al límite.