FIZ ELE GOZAR 3 VEZES SEM PARAR NA MINHA BOCA E ENGOLI TODO O LEITINHO DO SAFADO ATÉ NÃO RESTAR UMA GOTA
La hijastrastra de Pedro era tan apretada que le costaba mucho trabajo entrar, pero cada vez que lo lograba, era el cielo.
La madrastra de su amiga se había vuelto su amante secreta, y su apretada intimidad era una adicción que no podía resistir.
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