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La madre de su amiga, con su ternura y cariño infinito, convertía el apartamento en un lugar lleno de calma y paz.
La madre de su amiga exploraba su cuerpo con una curiosidad y una dedicación que lo volvían loco de placer.
La hijastra lo tentó con una propuesta atrevida, asegurándole que esa noche él sería su juguete y ella lo llevaría al límite del placer.