La novia estrecha lo llevó al borde del éxtasis cuando él la penetró con duro y la hizo gemir de placer.
La hijastra y su amiga se entregaron mutuamente, con la determinación de prolongar el éxtasis hasta que ninguna pudiera contener más sus gemidos de placer.
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La madre de su amiga susurró al oído de él, prometiéndole no parar hasta que él alcanzara un éxtasis que lo hiciera olvidar todo lo demás.
La hijastra y su amiga se entregaron mutuamente, con la determinación de prolongar el éxtasis hasta que ninguna pudiera contener más sus gemidos de placer.