No tengo dinero para pagarle a mi pequeño enano cobrador así que decido dejarle meterme su enorme y jugosa polla por mi apretado coño de embarazada hasta terminar sacándole toda su rica leche.
Encuentro una cabaña abandonada con un pequeño misterioso payaso dentro de ella, me pide que le haga una rica follada en cambio de dejarme hospedar en ella; termino sacándole toda su deliciosa leche
Chiqui fogosa, se pone de cuatro menea el culo y ansiosa espera ser penetrada. El amigo de su esposo le entierra la verga y la nalguea.