La hermanastra coqueta y malvada llevó a su hermanastro a su apartamento para enseñarle cómo es el mundo real.
El compañero de cuarto de la protagonista siempre la provocaba, pero ella no cedía a sus encantos... hasta aquella noche.
La estrecha intimidad de la hijastra estaba hambrienta de placer, y su padrastro estaba más que feliz de alimentarla.
La madrastra se encontró con un antiguo amor en el bar del hotel donde se alojaba, y juntos disfrutaron de una noche de pasión en su habitación.