La estrecha colegiala tenía un cuerpo de infarto y él no podía resistirse a sus encantos cada vez que la veía.
La hijastrastra de Juan era muy estrecha y eso lo hacía sentir muy masculino, como si fuera el primer hombre en tenerla.
La estrecha cintura de su amiga lo volvía loco, y no podía resistirse a tocarla siempre que tenía la oportunidad.
La hijastrastra de Carlos era tan estrecha que a veces parecía que no cabía ni un dedo más, y eso lo volvía loco.