La estudiante se adelantó a su compañero, llevándolo de la mano hacia el rincón más íntimo del apartamento, donde ella desplegaría sus habilidades seductoras.
El pendejo de mi hermanastro me metio la verga por el culo y me dolio mucho mientras me hacia un masaje
La pechugona recepcionista del edificio lo hacía sonrojar cada vez que le preguntaba por su día, pero no podía evitar sentirse atído por ella.