La amiga, con una sonrisa tentadora, le reveló su deseo de continuar hasta que él alcanzara una satisfacción tan profunda que lo hiciera temblar.
La colegiala popular y el chico marginado terminaron teniendo un encuentro apasionado en el baño del colegio.
La hijastrastrastra era tan estrecha que él tuvo que ser muy paciente para no lastimarla, disfrutando de cada centímetro que lograba entrar en ella.
La colegiala que solía cuidar de niña vino a visitarme a mi apartamento para recordar viejos tiempos, pero terminamos creando nuevos recuerdos.