La joven se estremeció cuando sintió las manos fuertes del hombre en sus caderas, mientras la empujaba contra la pared del apartamento.
La madrastra de su amiga era una mujer voluptuosa y seductora que sabía cómo hacerlo en la cama, y él no podía resistirse a sus encantos.
La joven no podía resistirse a las caricias del hombre en el sofá del apartamento, mientras se dejaba llevar por el placer.