La hijastrastra se quejaba constantemente de dolor cuando intentaban tener relaciones, pero él sabía que era porque era tan estrecha que necesitaba tiempo para acostumbrarse.
La madrastra insatisfecha llamó al joven jardinero para arreglar su apartamento y terminó encontrando la atención que tanto necesitaba.
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Faby no puede dejar el pete, se inclina con sumisión a recibir el trato que una trola desea, asume que necesitaba esa pija, se hace coger y entrega el orto como buena puta