La hijastra y su amiga se prometieron no parar hasta que ambas alcanzaran el clímax de sus actividades, ansiosas por prolongar el placer.
Con cada movimiento en el apartamento, ella intensificó el deseo y la promesa de no parar hasta que ninguno de los dos pudiera resistir más.
estoy tan cachonda que entro a la habitación de mi hermanastro y mientras el juega con su computador yo se lo empiezo a mamar bien rico para que deje de jugar y me folle