La estudiante universitaria y su profesor de literatura discutieron la novela que habían leído en clase en el apartamento de él, pero pronto se encontraron debatiendo sobre algo mucho más personal.
La hijastra era tan apretada que nunca había podido tener relaciones, pero su novio estaba dispuesto a esperar hasta que ella se sintiera lista.
La hijastrastra se sentía incómoda al principio, pero después de unos minutos de juego previo, su apretada y húmeda intimidad anhelaba ser penetrada.
La estrecha secretaria de su jefe siempre parecía tan fría e inaccesible, pero en cuanto se encontraban a solas en el apartamento, se mostraba dispuesta a hacer cualquier cosa para complacerlo.