La estudiante de arte invitó a su amigo a su apartamento para una sesión de dibujo, pero terminó siendo una sesión de desnudos y placer.
La hijastrastra gemía de placer mientras su padrastro la hacía vibrar con cada movimiento de su cuerpo.
La hijastrastra gemía de placer mientras su padrastro la tomaba con duro, sintiendo cómo su cuerpo respondía a cada embestida con una mezcla de dolor y placer que la llevaba al borde del éxtasis.
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La colegiala le susurró al oído su deseo de explorar juntos un territorio de placer desconocido, y él aceptó sin dudarlo.
La hijastra y su amiga se prometieron no parar hasta que ambas alcanzaran el clímax de sus actividades, ansiosas por prolongar el placer.
La amiga, con su mirada intensa, invitaba a su compañero a adentrarse en los placeres ocultos del apartamento.
El estrecho apartamento se llenó de gemidos cuando la pareja se entregó al placer, ella gritaba su nombre mientras él la hacía vibrar de placer follando.
La hijastrastrastra era tan apretada que no podía evitar gemir cada vez que él la penetraba con duro, haciéndola sentir un placer intenso.