La madrastra de su amiga se había divorciado recientemente y buscaba consuelo en los brazos de un hombre mucho más estudiante que ella, y cuando se quedaban solos en el apartamento, se entregaba a él sin restricciones.
La hermanastra sonrió al ver al hombre desnudo en la sala del apartamento, sabiendo que tenía una noche intensa por delante.
La joven no podía resistirse a las caricias del hombre en el sofá del apartamento, mientras se dejaba llevar por el placer.