La hijastra se acercó sigilosamente a su padrastro, susurándole al oído sus fantasías más secretas y dejando claro que sería ella quien las haría realidad.
La hijastra se acercó sigilosamente a su padrastro, susurándole al oído sus fantasías más secretas y dejando claro que sería ella quien las haría realidad.
La colegiala le susurró al oído su deseo de explorar juntos un territorio de placer desconocido, y él aceptó sin dudarlo.
Los susurros íntimos llenaban cada rincón del apartamento mientras la hijastra y el amigo compartían momentos intensos.