La amiga se retorcía de placer mientras su amigo la lamía y mordía suavemente el cuello, sintiendo su piel erizarse con cada caricia.
La amiga se arqueó de placer cuando su amigo le mordió el pezón, sintiendo cómo la electricidad recorría su cuerpo y la llevaba al borde del orgasmo.
Dándole sentones a mi compañero del colegio, el pobre no aguanta y casi me preña, follando colegiala flaquita