Angie casada y sumisa. Deseperada por pija la chupa hasta dejarla enorme y la cabalga gritando "sos un HDP", suena su teléfono pero sigue en cuatro como una puta infiel recibiendo otra verga.
La madre de su amiga, una mujer amiga y sensual, desataba en él una tormenta de emociones cada vez que compartían momentos a solas en el apartamento.