En el estrecho espacio del apartamento, ella lo envolvió con su deseo intenso, sin intención de parar hasta que ambos alcanzaran el éxtasis.
La hijastra, con su aura tierna y su corazón compasivo, era la confidente perfecta en los días difíciles en el espacio íntimo del apartamento.
El amigo, con su abrazo fuerte y su protección constante, le daba a la hijastra una sensación de seguridad y confort en el espacio acogedor del apartamento.