La hijastrastra siempre estaba dispuesta a complacer a su padrastro, y le encantaba cuando él la tomaba con duro y la hacía sentir tan apretada.
La hijastra se acercó con una sonrisa juguetona y una mirada seductora, incitando a su padrastro a entregarse a un juego erótico donde ambos encontrarían la satisfacción absoluta.