La apretada vagina de su esposa era una de las cosas que más le gustaba de ella, y no podía dejar de penetrarla una y otra vez.
En el apartamento, se sumergieron en un juego de placer intenso y una promesa mutua de no parar hasta que ambos llegaran al clímax
SONIDOS DE MI ANO - ME ABREN EL CULO A VERGASOS - Le digo que me duele el culo y pare, pero le vale verga