La madrastra de su amiga tenía unas tetas enormes que le costaba no mirar cada vez que iba a su casa a estudiar.
Él había invitado a la madrastra de su amiga a cenar en su apartamento, y no podía evitar mirarle las tetas cada vez que se inclinaba para servirse más vino.
Estaba en la calle y me detuve a observar a una linda chica mientras hacia ejercicio para mirarle su gran culo