El amigo, con su voz intensa y sus abrazos fuertes, era un refugio para la hijastra en el cálido cuarto del apartamento.
La madrastra de su amiga tenía una voz suave y sensual que lo hacía sentir como si estuviera en un sueño, cada vez que hablaba con él.
El amigo, con su voz intensa y sus abrazos fuertes, era un refugio para la hijastra en el cálido cuarto del apartamento.