La amiga de mi hermanastra es una chica pechugona que me hace perder el aliento cada vez que se pone un top ajustado.
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La pechugona compañera de trabajo de Mario siempre llevaba escotes pronunciados que lo distraían durante las reuniones.
La pechugona vecina de arriba siempre andaba en ropa interior por el apartamento y él no podía evitar mirar.
La pechugona vecina de arriba siempre estaba dispuesta a prestarle azúcar o sal, pero él sabía que lo hacía para llamar su atención.
La madre de su amiga era una mujer pechugona y sensual, y no podía evitar pensar en ella cada vez que iba a su apartamento.
La madrastra de su amiga era una mujer pechugona y caliente que siempre lo provocaba cuando se quedaba a solas con él en el apartamento.