La pechugona compañera de trabajo de Mario siempre llevaba escotes pronunciados que lo distraían durante las reuniones.
La pechugona se apoyó en la mesa de la cocina del apartamento, mientras el hombre la tomaba por detrás con intensidad.
La pechugona vecina de arriba siempre estaba dispuesta a prestarle azúcar o sal, pero él sabía que lo hacía para llamar su atención.
La amiga de mi hermanastra es una chica pechugona que me hace perder el aliento cada vez que se pone un top ajustado.