MEU VIZINHO DO PAUZAO ENTROU EM CASA ENQUANTO TOMAVA SOL. NAO AGUENTEI E DEIXEI ME COMER ! | COMPLETO NO RED |
El chico no podía resistirse a las tentadoras curvas de la culona vecina que siempre lo saludaba amablemente en el pasillo.
La apretada blusa de la madrastra de su amiga dejaba ver sus voluptuosos pechos y no podía dejar de mirarlos.
La apretada falda de su vecina hacía que sus piernas parecieran interminables, y no podía evitar imaginar lo que había debajo.